Ejercicios de Kegel, también para hombres

Ejercicios de Kegel, también para hombres

Trabajar el suelo pélvico es una cuestión de salud, no de género.

Puede que el nombre de Kegel resulte familiar a muchas mujeres, especialmente si han estado embarazadas, pero aún sigue siendo un gran desconocido para los hombres. Sin embargo, los ejercicios que reciben este nombre también son beneficiosos para el género masculino a la hora de fortalecer su suelo pélvico, que es precisamente lo que se trabaja con esta práctica para prevenir problemas de salud.

La técnica toma el apellido del doctor Arnold Henry Kegel, un médico que allá por los años 40 del siglo pasado empezó a recomendar una serie de ejercicios específicos tanto para las mujeres embarazadas como para las personas que sufrían incontinencia urinaria. Esta es precisamente la clave para entender por qué son un tipo de entrenamiento tan interesante para los hombres, entre los que hay un número elevado que sufre este tipo de problemas.

Trabajar el suelo pélvico como prevención

“El suelo pélvico es la musculatura que cierra por debajo el cilindro del abdomen, está en la parte inferior de la pelvis”, explica el doctor Enric Gallofré, de Doctoralia, quien advierte: “Esta musculatura es muy importante tanto en hombres como mujeres por su relación con el control de la vejiga y el recto para evitar incontinencias, la función sexual y el parto en mujeres. El dolor lumbar, a veces, podría también estar relacionado con una debilidad de esta musculatura”.

El pilates también puede ayudarte a trabajar el suelo pélvicoEl pilates también puede ayudarte a trabajar el suelo pélvico – Instagram

En el caso de los hombres, en concreto, Gallofré enumera algunas otras situaciones además de la incontinencia urinaria en las que los ejercicios de Kegel son necesarios por su eficacia: “Sobre todo se trabaja en casos de prostatectomía (cirugía con la que se trata el cáncer de próstata), radioterapia en la zona, vejiga hiperactiva o prolapso rectal. En algunos casos puede ayudar en la función sexual”. Por lo tanto, efectivamente los ejercicios de Kegel son fundamentales de cara a un parto, pero queda claro que también lo son para conseguir otros objetivos saludables que pueden afectar tanto a mujeres como a hombres indistintamente.

Para entender bien de qué estamos hablando, es necesario retroceder hasta lo más básico: en qué se diferencia el suelo pélvico del hombre con respecto al de la mujer.

Desde Womom Fitness, especializados en suelo pélvico, exponen estas diferencias más allá de lo obvio, como es el hecho de tener aparatos genitales muy distintos: “El periné (zona del cuerpo situada entre el ano y los órganos genitales) del hombre se diferencia también a nivel de funcionalidad como de musculatura. Tanto el periné de la mujer como del hombre presentan tres planos (superficial, medio y profundo), pero dentro de ellos hay algunas particularidades funcionales dependiendo del sexo. Por ejemplo, en el plano superficial del suelo pélvico encontramos un músculo que se llama bulboesponjoso que en el caso del hombre tiene una función distinta a la de la mujer, y que junto a otro músculo, el isquiocavernoso, desempeñan la función eréctil en el hombre”.

La edad no importa

Se recomienda ser constantes con la práctica de al menos 3 veces a la semanaSe recomienda ser constantes con la práctica de al menos 3 veces a la semana – © Gtres

Una de las dudas que suelen asaltar a la hora de plantearse probar una nueva actividad como esta es si cualquier persona está a tiempo de hacerlo. “No hay una edad establecida para empezar a fortalecer el suelo pélvico con ejercicios de Kegel ni es necesario empezar a tener ningún tipo de disfunción se puede empezar a ejercitarlo de manera preventiva en cualquier edad”, comenta Gallofré. Los expertos de Womom Fitness añaden que, si hay que fijar una fecha para iniciarse de forma ideal, ésta sería la infancia. “Lo ideal es que se haga desde niños. Todos los niños deberían ser educados en cuanto a los cuidados de la musculatura íntima, así como en la tonificación y fortalecimiento de la misma, puesto que esto ayudaría en la prevención de cuadros futuros de incontinencia urinaria, disfunciones sexuales, dolores en la espalda, etc…”.

Lo más recomendable, por supuesto, es entrenar de la mano de un especialista que guíe en la planificación, la frecuencia y la técnica, los aspectos más importantes a la hora de realizar cualquier tipo de ejercicio.

A grandes rasgos, los especialistas coinciden en su estimación sobre la frecuencia, ya que consideran que lo ideal es empezar a hacerlos dos o tres veces a la semana. Eso sí, la técnica es tanto o más importante, al igual que la paciencia, ya que los resultados pueden tardar en llegar, como explica Gallofré: “Realizaría series de 10 repeticiones teniendo en cuenta siempre relajar completamente y buscando la calidad del ejercicio. Para ver los primeros efectos deberíamos ser constantes durante semanas o incluso meses”.

Los hipopresivos como complemento

Los ejercicios de kegel pueden ayudar a mejorar tu saludLos ejercicios de kegel pueden ayudar a mejorar tu salud – Unsplash

Una manera de exprimir al máximo los beneficios de los ejercicios de Kegel y conseguir resultados de calidad en el menor tiempo posible es combinarlos con con ejercicios hipopresivos, como recomiendan desde el equipo de Womom Fitness: “El suelo pélvico forma parte de la musculatura postural, por tanto se debe optar por ejercicios en los que prime la mejora de la postura, como es el caso de los hipopresivos, que trabajan la postura y la respiración, favoreciendo el alivio de presiones hacia la próstata. La combinación de estos, con los ejercicios de Kegel, conforman un combo perfecto, ya que con estos trabajaremos tanto las fibras musculares de postura y fuerza del suelo pélvico”.

En definitiva, lo importante es entender que los ejercicios de Kegel no son algo que afecten únicamente al género femenino, ni mucho menos, y que tampoco sirven como una solución a procesos de recuperación de diferentes patologías, sino que son muy recomendables para prevenirlas.

Para ello, puedes empezar a probar con un ejercicio concreto como éste que propone el doctor: “Tumbado boca arriba con las piernas flexionadas y sin contener la respiración, evitando contraer la musculatura de los glúteos y aductores,  realizar un cierre y ascenso de los esfínteres hacia el interior del cuerpo; es decir, hacia la cabeza, intentando crecer cuando hacemos la fuerza. Aguantamos 8 segundos y relajamos completamente”. Una forma de iniciarse en esta rutina deportiva que mejorará tu salud de forma considerable.